El Gobierno rechaza prohibir el homenaje a Parot y se limita a pedir «sensibilidad» a los proetarras
El Gobierno descarta tomar las medidas que le permite la ley para prohibir el homenaje encubierto al sanguinario Henri Parot -condenado a 4.800 años de cárcel y con un historial de 82 asesinatos- y otros dos etarras más que tendrá lugar el próximo 31 de diciembre en Mondragón. El delegado del Gobierno en el País Vasco, Denis Itxaso, ha solicitado este miércoles a Sare, organizadores de la marcha, que tengan «sensibilidad» y «empatía» con las víctimas y suspendan el acto convocado. Un llamamiento que descarga las responsabilidades en los propios proetarras, mientras el Ejecutivo se niega a prohibir este tipo de convocatorias.
«No entendemos cómo precisamente ahora que la izquierda abertzale ha asumido un compromiso público de no reabrir heridas con actos públicos, persisten este tipo de convocatorias», ha afirmado Itxaso. El único movimiento ha sido remitir a la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco los informes de la convocatoria. Además del acto por Parot, las organizaciones de apoyo a los presos de ETA han anunciado distintas concentraciones para ese día en otras localidades del País Vasco, anticipo de la gran marcha que tendrá lugar en Bilbao el 8 de enero para pedir excarcelaciones y beneficios penitenciarios.
El acto que se pretende celebrar en Mondragón recuerda al del pasado 18 de septiembre. Entonces, la plataforma Sare convocó una carrera de relevos de 31 kilómetros -uno por cada año que el etarra Parot lleva en prisión- para reclamar su salida de la cárcel. La presión de las asociaciones de víctimas, partidos y Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado provocó su cancelación, si bien los organizadores encubrieron el homenaje -como ahora- en distintos actos en plazas del País Vasco en protesta por la política penitenciaria con los presos de ETA.
«Homenajes discretos»
Hace apenas un mes, el colectivo de presos de ETA EPPK anunció su intención de que los llamados ongis etorri se desarrollasen de una manera «discreta» y «privada».
Sin embargo, en los últimos días ha quedado confirmado que aquel anuncio no era más que una puesta en escena para contribuir al blanqueamiento de Bildu, aliado preferente de Pedro Sánchez para sostenerse en La Moncloa. La semana pasada, el miembro de ETA Iñaki Etxeberria, alias Mortadelo, fue recibido con un homenaje público en Pamplona. También estos días, los proetarras organizaron un simulacro de «cena de Nochebuena» en pleno centro de Bilbao, ayuntamiento gobernado por PSE y PNV.
La Fiscalía de la Audiencia Nacional ha comunicado este miércoles que no ve motivos para prohibir la concentración de apoyo a Parot al considerar que no hay constancia de delito, si bien solicitará que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad adopten medidas de vigilancia para comprobar si en dicho acto se acaba incurriendo en delitos de enaltecimiento de terrorismo y humillación a la víctimas.
Las víctimas critican la inacción del Ejecutivo ante este tipo de homenajes. Sostienen que las delegaciones del Gobierno pueden actuar en virtud de protección a las víctimas de 2011 y la ley de reconocimiento y reparación a las víctimas del terrorismo, aprobada por el Parlamento Vasco en 2008, que establecen la obligación de los poderes públicos de adoptar medidas «para prevenir y evitar la realización de actos efectuados en público que entrañen descrédito, menosprecio o humillación de las víctimas».
El Partido Popular registró este martes una denuncia ante la Fiscalía General del Estado contra los recientes homenajes a etarras al considerar que el Gobierno no hace nada para impedirlos aunque supongan una clara humillación a las víctimas. En el texto se recuerda que tiene la obligación de investigar hechos delictivos y ordenar la práctica de diligencias.